Los mejores consejos para mantener tu vajilla de hostelería con la calidad del primer día.

¿Te has preguntado alguna vez cómo mantener la calidad de tu vajilla para que se conserve en buen estado durante más tiempo?

Continúa leyendo, ya que a continuación te damos los mejores consejos para que todas tus piezas se mantengan como el primer día.
 
Ofrecer a los clientes una experiencia única, no solo lo conseguimos a través de la comida sino también con todos los elementos que forman parte de la experiencia culinaria. Desde Summa, pensamos que las experiencias gastronómicas son un conjunto de elementos que conviven de forma armónica y de los que debemos garantizar la máxima calidad para la satisfacción del comensal.
 
Una vez hemos elegido la colección de vajillas que más encaje con nuestro establecimiento debemos preocuparnos por mantenerlos en perfectas condiciones durante el mayor tiempo posible. En este sentido, hemos recopilado algunas recomendaciones para una óptima higiene y cuidado de las vajillas en el sector de la restauración.
 
Es cierto que el sector de la restauración se caracteriza por la alta actividad y la velocidad de los servicios, aun así, pensamos que, si dedicamos unos minutos a pequeños cuidados de las piezas, la vajilla puede lucir durante mucho más tiempo.  

¿Qué podemos hacer para un mejor mantenimiento de la vajilla?

Con ese fin, recomendamos retirar los restos de comida de los platos justo después de usarlos, ya que los alimentos ácidos como el vinagre o los cítricos pueden agilizar el deterioro. Si la comida se seca en el plato, puede ser mucho más difícil retirarla, así que podemos usar agua templada para retirar los restos.
 
En el sector de la restauración lo más común es recurrir al lavado de las piezas mediante el uso del lavavajillas. Recomendamos utilizar detergentes y productos de buena calidad y no excesivamente abrasivos y seguir sus instrucciones paso a paso, para que se mantengan relucientes. Se debe elegir un programa de lavado automático de alta temperatura, ya que una correcta higiene y desinfección de la vajilla se produce gracias a una temperatura elevada.
 
Si por el contrario se hiciese manualmente, sería recomendable ponerlos a remojo en agua caliente, lávalos con jabón y agua templada y acláralos con abundante agua. Evita utilizar jabones corrosivos o combinar el agua con productos como la lejía, ya que mantenerlos a remojo mucho tiempo y/o en estas condiciones aceleraría el desgaste. Después del lavado, aconsejamos secar las piezas con un paño de algodón y no uses estropajos metálicos o sintéticos, ya que estos los pueden rallar.
 
En cuanto al almacenaje del menaje de mesa, es recomendable colocar cada pieza con las de la misma categoría, una vez estén completamente secas. Es conveniente que el lugar sea fresco y seco, protegidos de humedad y contaminación.  

¿Y la porcelana? ¿Cuál es la mejor forma de lavarla?

Las piezas de porcelana se caracterizan por estar hechas con productos cerámicos que permanecen compactos y duros sin poros en el material. En estos casos es cierto que es mejor lavarlas a mano, pero cuando hablamos del sector de la restauración la situación es distinta ya que el lavavajillas nos agiliza los procesos.
 
Para el lavado de porcelana, recomendamos ajustar la temperatura y el ciclo de lavado a los requerimientos de este material ya que nos permite ahorrar tiempo y recursos. Es importante también colocar las piezas separadas para evitar que se toquen o rocen y se produzcan roturas y no abusar del uso de detergente que podría dejar las piezas con acabado mate en vez de brillante.
 
Con las manchas difíciles de quitar producidas por ciertos alimentos, recomendamos dejar la vajilla en remojo con abundante agua y una cucharada de lejía para ser aclarada y lavada posteriormente. Si por el contrario queremos que desaparezcan marcas de arañazos o del metal, existe la posibilidad de utilizar limpiador de metales.
 
Siguiendo estas recomendaciones, conseguiremos conservar limpias, brillantes y en buen estado las vajillas durante más tiempo. Una vajilla bonita y a la vez, bien conservada acompañará a la perfección a un plato bien elaborado y hará que la satisfacción del cliente sea la que esperamos.